30 octubre 2013

Viva la vida

























Me encantan estos momentos en la vida en que no hay suficiente tiempo para ser feliz. Las épocas en que la casa se te queda hecha una mierda porque hay tantas cosas que te mantienen ocupada y contenta y desconcentrada. Cuando dices “sí, por favor” muchas más veces que “no lo sé, creo que tengo que ir a dormir”. Cuando el sueño te mata pero aun así te quedas para otro vinito más. Cuando pides la cuenta pero el camarero te llena la copa. Cuando hay muchos besos en las sombras de un bar escondido y cuando no sabes exactamente cómo vas a poder soportar tanto querer estar ahí, en ese momento exacto, en aquella sombra sospechosa. Cuando quieres que el mundo cese de existir, que sólo haya besos y acaricias, así hasta el fin de los tiempos.

Asumir las responsabilidades nuevas es un reto ahora como estoy. Pero para eso está el cuervo que me he tatuado hoy en mi brazo. Vigila silencioso y para cuando haga falta me dará un toque. Y sacará conversaciones interesantes con la calavera. Luego está la chica ésta, tratando de asumir todo lo bueno que tiene entre las manos, intentando no volverse loca por toda esta felicidad que le ha tocado vivir este mismo instante.  




imagen: ni puta idea, lo siento.

18 octubre 2013

Efecto mariposa


























En la vida hay instantes efímeros durante los cuales absolutamente todo parece perfecto. Momentos de suma felicidad. Explicar o analizar la felicidad es como tratar de coleccionar burbujas de jabón o alitas de mariposa – con la mínima fuerza se rompen y desaparece la magia para siempre.

Así que hoy seré muy escueta: 


Ser feliz es muy sencillo. Basta con dejarse llevar.




imagen: internet, tra-la-la.

05 octubre 2013

Érase una vez


























Puede que te cruces en la calle con alguien de tu pasado y te des cuenta de la cantidad de tiempo que ha pasado desde el último encuentro. Y ese tiempo no necesariamente ha seguido los mismos parámetros para los dos. Puede que a ti el tiempo te haya llevado a otra dimensión, tu abrazo y tus besos sólo siendo por cumplir, mientras que a él tus besos aún sepan a tu piel y tu olor a lo de tu pelo. Puede pasar.

El tiempo siempre nos perdona al final. Nos hace recordar las cosas más bonitas y borrar las que merecen ser olvidadas. El tiempo es todo menos cruel. Todo lo suaviza, hasta que se nos queden los recuerdos, esos trocitos de nuestras almas que decidamos seguir llevando en nuestros seres - esos pedacitos de nuestras vidas que nos hacen ser personas.

Los recuerdos somos nosotros y la memoria es el fondo de nuestro ser. Pero el tiempo todo lo confunde y lo altera también. Así que lo que para uno era una historia de amor, para otra no era nada más que una época confusa, nada merecedora de ser recordada. Y esas dos historias son igual de veraces. Pero cuando las dos percepciones del tiempo y de la historia se encuentran por la calle, a una los abrazos y los besos sólo son por cumplir y al otro le recuerdan de algo que se perdió para siempre. Y luego el tiempo borrará también esas historias y sólo quedarán los dos seres siguiendo su camino. Para volverse a encontrar o no.


imagen: ni idea, lo siento.

01 octubre 2013

La importancia de errar


Creo firmemente en meter la pata. Yo lo hago constantemente. Una y otra vez cometo errores y consigo crear situaciones absurdas, tragicómicas y dolorosas por ser como soy. A veces me gustaría no ser tan cumplidora con mi forma de ser, alejarme un poco de la figura de un desastre andante, ya que tantas veces dificulto mi propio camino dando vueltas innecesarias, avanzando un paso y retrocediendo siete.

Pero también hay algo maravilloso en el vagar de una parte a otra y saber con certeza de no tener las respuestas correctas. Aparte que la gente que siempre hace lo correcto, esas personas increíbles que siempre tienen sus casas limpias y los platos fregados, sus camisas planchadas, sus objetos de valor asegurados, la gente que llega un poco antes a los sitios y que se acuesta pronto, esa gente me parece sospechosa. ¿Han tenido esas personas unas vidas de ensayo para llegar a ésta superiores a los demás? ¿Acaso hay un premio que nos dan por cumplidores, una compensa por las horas tiradas organizando cajones y archivando facturas? ¿O puede que esta gente tenga miedo de vivir y por eso nunca se tira al vacío?

Porque si te tiras, puedes caerte de culo. Vivir con el corazón en la mano es un poco como irte preparando ya para el siguiente desacierto. Porque te equivocarás una infinidad de veces siendo transparente y viviéndolo todo desde las entrañas.

Y aún así, lo más horrible que he oído nunca es tratar de no reírse para evitar las arrugas y no enamorarse por no tener que sufrir. Son dos conceptos en una sola frase que jamás llegaré a poder entender. Pero sirven para recordar: una cantidad respetable de marcas en la cara quieren decir que has sabido disfrutar de lo poco que dura la vida y un corazón listo para sufrir que no has perdido la ilusión.

Mis siguientes meteduras de pata no tardarán en llegar. Las arrugas tampoco. Pero la ilusión y las ganas de vivir ya están aquí.  
 



imagen:  summer sleep // irving penn