Llevo un tiempo deseando que un
golpe de aire me levante y que me lleve a un recoveco escondido, imposible de
localizar.
Ese sitio tendría proximidad
inmediata de olas, fuertes y saladas, y el único que hablaría en voz alta sería
el mismo mar. Todas las conversaciones serían susurradas suavemente, mientras las
manos comunicarían lo suyo rozando con ternura. La prontitud no existiría, todo avanzaría lento
y perezoso como los bostezos de un gato. Los movimientos serían tardos y la acción
pausada. Los días pasarían quietos y dulces.
Llévame viento, dame tregua de toda
esta confusión y premura. Llévame a un sitio donde pueda concentrarme en respirar
y amar. A un sitio donde pensar, leer y escribir se puedan hacer sin ningún
esfuerzo. Llévame viento. Dame tregua.
imagen: inside the whisper // jeane myers