19 febrero 2014

El viento se la llevó





















Llevo un tiempo deseando que un golpe de aire me levante y que me lleve a un recoveco escondido, imposible de localizar.


Ese sitio tendría proximidad inmediata de olas, fuertes y saladas, y el único que hablaría en voz alta sería el mismo mar. Todas las conversaciones serían susurradas suavemente, mientras las manos comunicarían lo suyo rozando con ternura.  La prontitud no existiría, todo avanzaría lento y perezoso como los bostezos de un gato. Los movimientos serían tardos y la acción pausada. Los días pasarían quietos y dulces.

Llévame viento, dame tregua de toda esta confusión y premura. Llévame a un sitio donde pueda concentrarme en respirar y amar. A un sitio donde pensar, leer y escribir se puedan hacer sin ningún esfuerzo.  Llévame viento. Dame tregua.



imagen: inside the whisper // jeane myers

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